Page 17 - Holyland Catholic - Hispanic Edition 2017
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Vía Dolorosa, segunda estación
rusalén Jesús… de Nazaret
aquellos lugares remotos que ya me eran Y luego llegamos —en nuestras lecturas de
familiares. Aquella tierra podía estar lejos, los martes— al Nuevo Testamento, y nos
pero no me era ajena. Israel era, sin dudas adentramos en los detalles de cada relato de
ni remedio, mi segunda patria. Visitar la la vida de Jesús… de Jesús de Nazaret. Y
Tierra Prometida sería regresar al sitio de desde su mismo nombre se hizo evidente que
donde había partido mi fe. Sería regresar conocer los detalles de su vida era conocer
a mi patria espiritual. una geografía, ese pedazo del mundo que los
cristianos llamamos Tierra Santa.
Aquella larga y complicada relación entre
Dios y su pueblo, aquellas aventuras se Porque Cristo es Emmanuel, “Dios con
harían palpables al ver los lugares donde nosotros”. La esencia del cristianismo es el
todo ocurrió. En mi imaginación infantil “escándalo” de la encarnación: un Dios que
soñaba con el arca de Noé, la ballena de se hace hombre, un Dios que vive entre
Jonás y la melena de Sansón. Visitar Tierra nosotros, que es plenamente humano.
Santa, pensaba, sería como pasear por la Nuestro Dios es un Dios que se rebaja a la
Biblia, hacerla más cercana, más real. geografía: Él compartió nuestro espacio,
nuestras limitaciones.
Ya de mayor, añoraba sobre todo llegar
al Muro de las Lamentaciones, tocar las La figura de Jesús fue adquiriendo en esos sitios donde ella vivió y dio a luz al Salvador?
piedras que alguna vez guardaron el Arca de años, en esos martes, un perfil detallado, Para quienes rezamos desde pequeños el
la Alianza. ¿Habrá piedras más cargadas de preciso, fulgurante. También se fueron avemaría, ¿podría nada ser más conmovedor
sacralidad y dolor, de derrota y esperanza? volviendo familiares en esos años los que visitar el sitio donde ella recibió la visita
nombres de lugares como Belén, Nazaret, el del Ángel?
Mar de Galilea, el monte Tabor, el río Jordán,
Samaria, Judea, Jerusalén… los sitios donde Desde que tenía trece años he soñado, con
Él creció, predicó, hizo milagros y murió para tenacidad e ilusión, visitar ese lugar que Dios
salvarnos. visitó e hizo suyo. Hoy, desde Nueva York,
lo sueño con nuevas ansias. Cuarenta años
Trataba de imaginar lo que sentiría al recorrer vagaron los israelitas en el desierto para llegar
la calle de la Vía Dolorosa en Jerusalén a la Tierra Prometida. Cuarenta años llevo
—rezando el viacrucis— hasta llegar al soñando con cantar —no simbólicamente,
verdadero Gólgota, a la Iglesia del Santo sino de veras— la “canción de las subidas”:
Sepulcro, el lugar donde ocurrió la Crucifixión. “¡Qué alegría cuando me dijeron: / «Vamos a la
casa del Señor»! / Ya están pisando nuestros
Soñaba con ver las aguas del Mar del Galilea, pies / tus umbrales, Jerusalén”. Para mí ya es
sobre las que Él caminó, y el monte cercano hora de cumplir ese sueño.
donde predicó las Bienaventuranzas. Si los
católicos visitamos Fátima y Lourdes por las
apariciones de la Virgen, ¿cómo no ir a los
Capilla del Monte de las Beatitudes
Monte Travor. Fotografías: IMOT. 17
Fotógrafo: Itamar Grinberg