Page 23 - Holyland Catholic - Hispanic Edition 2017

¡Debería saberlo! Cuando Dios creó la Galilea Occidental, le
Tesoros de Galilea es una empresa
sin fines de lucro, innovadora y de
amplia base, que fue fundada por la
empresaria y filántropa Sra. Raya
Strauss Ben Dror con el objetivo de
fomentar y promover la industria del
turismo en la Galilea Occidental, la
región de su nacimiento.
El emprendimiento ayuda a unos
400 agentes turísticos de la zona
y a los propietarios de negocios
basados en el turismo, para
promover sus negocios a través de
un avanzado sitio web en Internet,
cursos profesionales y formación
que se realizan conjuntamente con
el Ministerio de Turismo, grupos y
organizaciones israelíes que vienen
para disfrutar actividades de ocio en
la Galilea Occidental, convenciones
acerca del tema de la excelencia
turística, el marketing, la consulta y alrededor de una mezquita, o una iglesia con
las relaciones públicas. Los negocios
incluidos en la empresa han sido
seleccionados meticulosamente tras
minuciosos exámenes y cumplen
con los criterios exigidos bajo la
bandera de la empresa los Tesoros
de Galilea.
La Galilea Occidental es también un ejemplo
dibujó una vista impresionante, porque no hay
nada más espectacular que la combinación
perfecta de mares azules y montañas
verdes que se barren directamente sobre la
playa, con historia, arqueología y, además,
un colorido mosaico humano. La Galilea
Occidental ofrece mil gemas, montañas
boscosas, arroyos que se precipitan hacia
las playas mediterráneas, románticas y
aisladas playas entrelazadas con ensenadas
y pequeñas lagunas, y sobre todo, gente
acogedora que vive en los alrededores de
las montañas y del mar azul. La zona alberga
ciudades y aldeas, pequeños pueblos y
kibutz, y está formada por un fascinante tejido
humano: junto a las ciudades hay pequeños
kibutz bien cuidados, con casas sobre las
laderas con vistas a la gloriosa montaña
y al mar. Y hay aldeas escondidas en las
profundidades de los bosques, con tejados
rojos y hermosos patios traseros rodeados
de céspedes y árboles, tierras agrícolas
y cultivos. Las aldeas árabes se agrupan
una pequeña fuente y una estatua de la Virgen
María sosteniendo al niño Jesús. Nahariya fue
construida al estilo europeo, por inmigrantes
judíos que huyeron de la Alemania nazi y se
establecieron en la playa más septentrional
de Israel, donde construyeron una próspera
ciudad. Y no nos olvidemos de la joya de
la corona: la ciudad de Acre, capital de la
Galilea Occidental y una joya arquitectónica
e histórica, reconocida como patrimonio de
la humanidad por la UNESCO. Acre es la
única ciudad de las cruzadas del mundo en la
que aún se vive, y visitar esta antigua ciudad
portuaria es como viajar atrás en el tiempo.
Usted puede descubrir sus pequeños
callejones pintorescos, pasear por el colorido
bazar y el hermoso y antiguo puerto pesquero,
y visitar sus muchos sitios arqueológicos
bien conservados, encapsulando su historia
desde la edad de bronce hasta los tiempos
helenísticos, romanos, cruzados, árabes y
otomanos, pasando por el mandato británico
hasta llegar a nuestro tiempo. Todos y cada
uno de estos invasores ha dejado su huella
en esta hermosa y única ciudad.
Acre también se menciona una vez en la
Biblia, "Los de Aser no expulsaron a la gente
de Acó ni de Sidón". (Jueces 1:31), y según
la tradición judía, cuando el diluvio alcanzó
las playas de Acre, Dios ordenó que cesara.
Acre cambió de manos muchas veces a lo
largo de los milenios, y fue la capital del Reino y patrimonio de las batallas, agricultura
de Jerusalén en el siglo XIII y la capital de la
Galilea en el siglo XVIII. Según la tradición,
este es también el lugar de entierro de
Amnón, hijo del rey David, así como de la
profetisa Débora. La ciudad se menciona
en el Talmud, y fue habitada por muchos
eruditos talmúdicos en ese entonces. Durante
la edad media, la ciudad estaba inundada
de cruzados, quienes establecieron iglesias
y órdenes religiosas, algunas de las cuales
sobreviven hasta el día de hoy.
primordial de coexistencia y respeto mutuo,
con comunidades de diversas religiones
y etnias judías, musulmanas o árabes
cristianas, drusas, beduinas y bajai todos
viviendo en paz, uno al lado del otro.
No hay mayor placer que un día de campo
bajo los terebintos y robles del parque Goren,
con magníficas vistas de la Fortaleza Cruzada
de Monfort; y nada mejor que un tour
nocturno con faroles a la Fortaleza Cruzada
de Yehi'am. Nada es más impresionante que
una puesta de sol mediterránea, vista desde la
cueva (o arco) de Keshet, con su pared norte
colapsando y creando una espectacular vista
abierta hacia el arroyo de Bezet. Nada es más
estimulante que una visita a Rosh Hanikra,
con sus muchas cuevas de mar recortadas
por la oleada durante milenios, creando una
de las maravillas naturales más grandes del
mundo. Y no hay nada más romántico que
un paseo por una de las playas de la Galilea
Occidental o un paseo en carruaje por la
carretera principal de Nahariya.
La Galilea Occidental ofrece una miríada de
atracciones y amplias oportunidades para
unas vacaciones relajadas o extremadamente
activas: hoteles, B&B lujosos o asequibles,
paseos en jeep, equitación y rápel, rafting en
ríos en blancas aguas, senderismo, senderos
para bicicletas a lo largo de las playas,
arroyos y montañas, parques nacionales,
museos, galerías y estudios de artistas,
y por último, pero no menos importante,
algunos grandes restaurantes que reflejan las
influencias de los muchos pueblos que viven
en la zona: desde los mejores restaurantes
de bistró del país, hasta los de cocina israelí,
árabe, drusa, rumana, georgiana, kurda y
marroquí, con cocineros caseros que ofrecen
cenas gourmet en sus salones, así como
finas bodegas, cervecerías boutique y granjas
lecheras.
Esta es la Galilea Occidental: montañas y
playas irregulares, con olas que se estrellan
en sus costas; innumerables vistas e
infinitas atracciones, desde las hermosas
cuevas del mar en Rosh Hanikra hasta el
gran paseo marítimo de Aczib y la playa
de Bezet, así como muchos arroyos y
riachuelos, antiguos callejones, fortalezas
de los cruzados, matorrales mediterráneos,
cuevas prehistóricas, un lago artificial, un
puerto antiguo, sitios arqueológicos, historia
próspera, huertas de plátano y aguacate,
pueblos ocultos en el fondo del bosque o
en las cimas, una comunidad ecológica
única, caminos de montaña en horquilla y
pintorescos pueblos, campanas de iglesia,
mezquitas y sinagogas, hermosos patios,
bazares y una antigua ciudad llamada Peki'in,
hogar de musulmanes, cristianos, drusos y
una familia judía que nunca se fue.
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